Relato: «Alea iacta est» de Daniel G. Domínguez
Todo empezó con un, en aparecía, inofensivo libro. Su título era: «Cómo hacer la declaración de la Renta 2012 paraCONTINÚA LEYENDO…
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Contenido, contenido, contenido. Comparte, tuitea, comenta, interactúa, dinamiza. Contenido, contenido, contenido. Venga, no me digáis que no sabéis de quéCONTINÚA LEYENDO…
Desde tiempos inmemorables el Mal siempre nos ha acechado… ¿O acaso es algo que trajimos con nuestra propia naturaleza, laCONTINÚA LEYENDO…
Había sido difícil escalar aquella montaña, sobre todo por culpa de las grandes rocas que encontraban en el camino queCONTINÚA LEYENDO…
No me gusta viajar. No me gusta nada. ¡Pero nada de nada! Es un auténtico incordio, una ruptura de laCONTINÚA LEYENDO…
La ciudad se extendía a sus pies. Desde aquella colina podía contemplar sus dominios. Se sentía pleno, poderoso. Sonreía. JuntoCONTINÚA LEYENDO…
Por encima del oro, de las piedras preciosas, del ocre, de quién tenga más o menos ganado… por encima deCONTINÚA LEYENDO…
Todo era oscuridad a su alrededor. Sabía que tenía los ojos abiertos, y sin embargo no veía nada… ¿Nada? No. SeCONTINÚA LEYENDO…
—Buenos días, amigos y amigas. No vengo a pedir dinero, ni a tocar un instrumento por comida. Me llaman elCONTINÚA LEYENDO…
«EL GAMUSINO MANCHEGO Y EL ALICUÉCANO ALBINO» En un lugar de La Mancha —cuyo nombre recuerdo perfectamente pero no es cuestiónCONTINÚA LEYENDO…
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