La ciudad se extendía a sus pies. Desde aquella colina podía contemplar sus dominios. Se sentía pleno, poderoso. Sonreía. Junto a él, tendida en la fresca hierba, exhausta por la aventura vivida apenas unas horas atrás y por el encuentro casual mantenido entre ellos como premio, ella dormía plácidamente. Se mordía el labio inconscientemente, compulsivo. […]