Caminaba lentamente. Paso derecho, paso izquierdo. Uno, dos. Uno, dos. Uno y dos y saltito. Miraba al horizonte sin ningún objetivo en la retina. Paso derecho, paso izquierdo, saltito. Debía volver, pero no podía dejar de seguir caminando. «Volver a casa», repetía autómata para sí. Paso derecho, paso izquierdo… y saltito. Las luces del coche […]