DECLARACIÓN DE INTENCIONES

     Como ya quizá muchos sepáis, Leyendo hasta el amanecer está formado por un grupo de jóvenes escritores profundamente enamorados de la literatura y la creación literaria. Amamos los libros, las historias y las palabras. Amamos el lenguaje y su correcto uso.
Cuando decidimos establecer nuestro cuartel general en La Letra Enroscada, éramos conscientes de que el local venía con un inquilino previo… Él, del que seguramente también habréis oído hablar, es El Castigador de la “orcografía”. No sabemos de dónde vino, ni cuándo, pero sabemos que, si no existiese, habría que inventarlo.

En su página de Facebook se define a sí mismo como “Monarca de las letras, inquisidor de la RAE, perseguidor de la orcografía y experto en el uso del látigo y la tortura”. Y a lo largo de los meses que llevamos conviviendo con él nos ha demostrado esto y mucho más.

El Castigador es un Dios de la ortografía, una fuerza de la naturaleza, la justicia por la que el diccionario llevaba tiempo clamando. Nos acogió e instruyó y, aunque a veces nos pegue collejas cuando nos desviamos del “camino correcto”, hemos ido descubriendo que también tiene su corazoncito.

Su única exigencia: que cada programa apoyásemos la lucha que lidera, creando una sección que él mismo tituló Me sangran los ojos. Con ella, vamos desgranando las faltas de ortografía que encontramos por nuestro camino, las patadas al diccionario, la dejadez en el uso de la gramática y el noble y antiguo idioma español. También podréis seguir las aventuras de El Castigador…

Aquí podréis ir encontrando nuestras aportaciones y dejar las vuestras. Consigamos entre todos un mundo sin orcografía. Y como diría él:

«No me toques las tildes que me conozco.»